Existen muchos ejercicios para entrenar la respiración. Todos ellos tienen igual mecánica: inspirar ampliamente por la nariz, como inhalando el perfume de una flor, de manera que las ventanas nasales se abran, las costillas se separen y el diafragma descienda. La expiración puede ser más rápida, hasta violenta o contenida, reteniendo el aire y controlando su expulsión.
Un excelente ejercicio es la llamada Respiración Costodiafragmática:
- Acostarse en el piso boca arriba, con la columna recta, brazos a los costados, colocando un libro sobre el vientre.
- En esa posición, respire por la nariz, tratando de subir el libro lo más posible.
- Luego, bote el aire por la boca, poco a poco, contando mentalmente, hasta que el libro vuelva a su nivel inicial.
- Siga inspirando y espirando, subiendo y bajando el libro, aumentando su cuenta lo más que pueda. Respire así unos minutos. Repita este ejercicio un par de veces al día. A más de practicar la respiración diafragmática, quedará relajadísimo.
- Posición inicial.
- Cierre su boca. Aspire por la nariz, lentamente hasta llenar completamente los pulmones.
- Retenga el aire introducido, cuente mentalmente de 1 a 7.
- Exhale. Deje salir el aire por la boca MUY DESPACIO, dirigido hacia el velo del paladar a manera de una jjjjjjjjjj (alternado con labios en forma de u)